La PET-TC detecta entre un 10 y un 15 por ciento de lesiones secundarias no conocidas en el carcinoma pulmonar no microcítico. Es la técnica de elección para el estadiaje, mejorando el abordaje terapéutico, así como el control de la evolución del tratamiento y su resultado.
Covadonga Díaz. Oviedo
04/04/2007
La PET-TC debe ser el método diagnóstico de elección en la estadificación inicial del carcinoma de pulmón no microcítico, una de las 23 indicaciones incluidas desde 2006 en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud.Uno de sus papeles más relevantes lo juega en el diagnóstico inicial de metástasis a distancia, ya que detecta entre un 10 y un 15 por ciento de lesiones secundarias no conocidas por otros métodos de imagen, una variación en el diagnóstico que obliga a replantear el tratamiento.Así, en los casos de pacientes a los que se había establecido una indicación de cirugía y en los que con la aplicación del PET-TC se detectan lesiones no sospechadas será necesario reorientar el tratamiento, eliminando la opción quirúrgica y estableciendo un tratamiento con quimioterapia, "con lo que se evitan los costes derivados de una cirugía que no iba a dar los resultados esperados, y también puede suceder que pacientes a quienes se había establecido como pauta terapéutica la quimioterapia sean finalmente subsidiarios de recibir cirugía", según ha señalado Antonio Maldonado, coordinador médico de la División PET del Grupo Recoletas. El experto ha participado en una ponencia sobre el valor diagnóstico de la asociación PET-TC en cáncer de pulmón, en el XII Congreso de la Sociedad Asturiana de Patología Respiratoria, celebrado en Oviedo.Utilidad a otros nivelesDe especial interés destaca el papel de la PET-TC en la estadificación mediastínica, permitiendo una correcta clasificación de las regiones ganglionares afectadas, evitando en algunos casos otros métodos diagnósticos invasivos. "Gracias a la unión de la imagen metabólica PET y la anatómica TC, es posible obtener en algunos casos una mejor delimitación del tumor primario, con una mejora en el rendimiento de la estadificación TNM del 20 por ciento".La PET-TC ha demostrado también su utilidad en la determinación de los nódulos pulmonares, para establecer si son o no malignos, "ya que uniendo ambas técnicas obtenemos de forma simultánea la información morfológica y metabólica del nódulo".Por otra parte, si se quiere determinar la actividad tumoral para valorar la evolución del tratamiento, la PET-TC, con un rendimiento de entre el 87 y el 90 por ciento, es también la prueba de elección.Por último, su uso en la planificación de los tratamientos radioterápicos, como la tomoterapia, para delimitar de forma más exacta el volumen tumoral a tratar, permite "dar una mayor dosis de tratamiento, con menos efectos secundarios y un mayor control local de la enfermedad".Ayuda con la radioterapiaLa introducción de la PET-TC en la planificación de la radioterapia supone un cambio de hasta el 53 por ciento de los pacientes comparado con la planificación actual con TC, según refiere la literatura."En algunos centros americanos, como es el caso del MD Anderson en Houston (Texas), de las ocho cámaras PET-TC que poseen, una está dedicada únicamente para la planificación de radioterapia".Los expertos defienden la necesidad de un PET-TC por cada dos millones de habitantes, ratio que aún no se ha alcanzado en España, donde actualmente están operativos 49 dispositivos, doce de ellos en la sanidad pública, "aunque esta cifra aumentará rápidamente porque tanto la sanidad pública como la privada están apostando por esta tecnología, dado su mayor rendimiento en el campo de la oncología frente al resto de métodos diagnósticos habituales", ha concluido Maldonado.
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